Desde tiempos antiguos se conoce los vienes curativos de la imposición de manos. Qué hacemos cuando somos niños y nos duele la barriga, nos ponemos las manos, y en cierta manera se nos calma. Qué hacen nuestras madres cuendo tenemos fiebre, colocar su mano sobre nuestra frente. La Biblia nos habla que Jesús impuso sus manos a las personas que sufrian y sanaron. Desde antiguo los monjes budistas imponen sus manos en la frente a modo de transmitir la paz, el amor, la energía.
De esa idea de transmisión de la energía se estrajo y desarrollo el reiki, se investigaron tradiciones ancestrales en busca de la esencia pero tambien de inspiración, muy abandonada en estos tiempos modernos.El reiki-vril nos aporta los medios para conocer nuestro cuerpo y alma, conocer sus problemas y solucionarlos. Despierta en nosotros los canales necesarios para un sentir nuevo cargado de una vitalidad superior. Nos hace enfrentarnos de una forma positiva ante cualquier reto.
Te equilibra, te alimenta de energía vital, te permite alcanzar una paz de espíritu difícil de conseguir en nuestro ajetreado mundo.
Por eso es necesario profundizar en su conocimiento y desarrollo para la mejora anímico-espiritual de nuestros pueblos.
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A.M.J.
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